Todo el énfasis en la construcción de la autoestima en las últimas décadas ha hecho poco para instruir a las personas sobre qué hacer cuando se topan con un bache en la carretera. La mayoría de nosotros, según las investigaciones, desatamos a nuestro crítico interno, incluso si las dificultades son causadas por la edad, la enfermedad u otra parte inevitable de la vida.
Recientemente, científicos como Paul Gilbert del Hospital Kingsway en el Reino Unido y Kristin Neff de la Universidad de Texas en Austin, han sugerido que ser autocompasivos, en lugar de autocríticos, especialmente en tiempos difíciles, es más probable que nos ayude a recuperarse. y puede llevar a un mayor éxito y felicidad a largo plazo.
Esto no es solo la semántica o la sensación de bienestar de la nueva era. Gilbert asocia la autoestima, la autocrítica y la autocompasión con tres sistemas emocionales que interactúan en el cerebro, cada uno con su propio propósito evolutivo y mediando neurotransmisores.
El sistema "drive".
Este sistema, relacionado probablemente con la autoestima, se cree que depende en gran medida de la dopamina y nos obliga a buscar recursos, compañeros, habilidades, estado, etc., dijo Gilbert a WordsSideKick.com.
El sistema de protección contra amenazas.
Alimentado en parte por la neuroadrenalina, esto nos ayuda a decidir si luchar, huir o someternos ante una amenaza. Puede estimular, o ser estimulado por, la autocrítica, dijo Gilbert.
Para muchos de nosotros, estos dos primeros sistemas dominan. Cuando nuestra autoestima se ve amenazada, cuando tenemos un contratiempo o nos encontramos con alguien que percibimos como mejor que nosotros, el sistema de protección contra amenazas entra en acción.
Podemos atacarnos a nosotros mismos, derribar a la otra persona o "huir" del conocimiento de nuestras propias faltas.
Por suerte, hay otra opción (y otro sistema).
El sistema de cuidado de los mamíferos.
Funcionando con oxitocina y opiáceos intrínsecos, este sistema probablemente evolucionó con nuestra necesidad de afiliarnos y cuidar a nuestros jóvenes. Esto da lugar a nuestra capacidad de ser compasivos, una habilidad que cuando se gira hacia adentro puede guiar y consolar a los otros dos sistemas, dijo Gilbert.
Dijo Neff: ...Es como tu padre ideal, amigo ideal, ese abuelo que desearías haber tenido"
De acuerdo con este marco, cuando ocurre algo angustiante (una enfermedad, una preocupación, un argumento, un contratiempo), el sistema de manejo puede recurrir al sistema que le dará un azote proverbial o al sistema que le dará un abrazo.
Un creciente cuerpo de investigación sugiere que el abrazo conduce a mejores resultados a largo plazo.
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